miércoles, 26 de noviembre de 2008

Una cerveza fresca


Intentó abrir la botella con la mano pero se rasguñó. Luego puso sus dientes entre la corona de la botella y la chapa, y tiró a hacia sí con fuerza. Pero no… no se podía. Lo intentó de nuevo golpeando la cabeza de la botella contra el suelo, quizás así cedería y podría abrirla. Pero tampoco. Finalmente la dejó sobre la mesa. Luego se secó el sudor y empezó a mirarla. Era una sucia botella. Una maldita botella de cerveza fresca. Abrió la ventana y miró si había alguien… Luego no se oyó nada.

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