sábado, 26 de septiembre de 2009

En el reino de Astracan

En el reino de Astracan era costumbre, en la antesala de la muerte, suicidarse. Todo el mundo que llegase a formar parte de la vida de este reino tenía que acatar que en un momento su vida tendría que morir silenciosamente en el lecho de su cama esperando que la muerte le fuera viniendo como una vieja amiga. Cuenta la historia que el decimotercero rey del reino, el cual no era originario de este lugar pero que había llegado a serlo por sus actos heroicos durante la guerra, ante la antesala de la muerte, cuando su mujer iba a proporcionarle el veneno para que le llegase la muerte, lo rechazó diciendo que todavía no era su hora, y que solamente cuando estuviese seguro de ella, se lo tomaría. Y aunque los altos nobles del reino se opusieron, el rey consiguió salirse con la suya, y esperó paciente hasta el último momento para acabar con su propia vida. Pero tal fue la espera, que el rey murió sin tomarse la poción, y por lo tanto, su muerte fue natural, y lógicamente, digna de rechazo por todos los estamentos del reino. Desde entonces, en Astracan, los reyes viven cada vez menos, suicidándose cuando todavía son jóvenes y hercúleos, y por consiguiente, capaces de superar las insignificantes enfermedades que les acechan.

2 comentarios:

Profesora Letizia Torres Nasti dijo...

Por fin un articulo de Brandao, te echábamos de menos señor Q.!

Sigues en tu línea pero cada vez me gusta más como expresas el relieve del mundo ante tus ojos.

te deseo muchos y nuevos horizontes.

Brandao dijo...

Muchas gracias Letizia.

Hay que mejorar mucho. Realmente le faltan algunos retoques pero para mí lo importante es el aprendizaje que pueden darme estos pequeños escritos de cara a algo más complejo y trabajado.

Espero que tú también sigas escribiendo, le das al blog mucha frescura y pasión.

Un abrazo.