sábado, 3 de enero de 2009

RECOMENDANDOLIBROS

Empiezo esta nueva sección recomendando GRANDES ESPERANZAS de Charles Dickens, porque hacia tiempo que no leía una novela tan tierna, simpática y sorprendente, a la vez que inteligente. No hay, seguramente, persona en el mundo que lea los dos primeros capitulos y no se enganche a la sucesión de acciones y personajes extraños relatados en primera persona por la voz inocente y simple del protagonista, Pip.
Hablemos de la estructura: un espectáculo que todo aspirante a novelista debería estudiar. Cuando lees los dos primeros capítulos, el primero por acción, el segundo por descripción, no puedes sino seguir curioseando, devorando capítulos, hasta que te das cuenta que el autor tiene un dominio total de la novela, de principio a fin. Se suceden los conflictos, puntos de giro y demás tonterías académicas sin que te des cuenta, hasta que tienes el lío más gracioso del mundo.
Los personajes secundarios son, quizá, lo mejor de la novela. Ese cosmos loco y extraño de personas interesadas por algún motivo loco y extraño, hace que cojas cariño a todos y no descanses hasta saber lo que quieren, tanto locos como extraños. Tarea difícil es elegir una de éstas parejas. El herrero Joe y su mujer, cada cual más bruto. La vieja miss Havisham y la niña Estella, cada cual más desequilibrada. El abogado Mr. Jaggers o su ayudante Wemmick, cada cual más inesperado. Yo personalmente, me quedo con el abogado y su ayudante. Insuperables.
El personaje principal, Pip, no está tan bien pintado, al ser él el narrador, pero cualquier persona que tenga o haya tenido algo de inocencia, se identificará siempre con él.
Los personajes de Dickens son siempre un poco extraños y grotescos. Hacen acciones desconcertantes y no sabes nunca de que palo van. Es un mundo raro con gente rara y acciones raras. Seguramente habrá personas que no le guste, que prefiera leer personajes bonitos o héroes, pero que se pare y mire a su alrededor o mire hacia dentro, haber que personajes le parecen más reales.
Es la novela que recomendaría a cada persona que empieza, adolescentes o nuevos curiosos, que quieran descubrir desde algo sencillo y genial, lo que es la literatura, algo muy diferente de los libros, porque se suele generalizar.

Vamos a disfrutar del principio del segundo capítulo de GRANDES ESPERANZAS, obra solo de un genio:

Mi hermana, Mrs. Gargery, tenía veinte años más que yo y gozaba de gran "reputación" entre los vecinos porque me había criado "valiéndose de la mano". Como tuve que descubrir por mí mismo lo que significaba esta expresión que le había dado fama, y tras comprobar que mi hermana tenía la mano dura y pesada, pues solía descargarla tanto sobre su marido como sobre mí, deduje que tanto a él como a mí nos había educado "valiéndose de la mano".

Como mi hermana no era una muchacha agraciada, comprendí enseguida que fue valiéndose de la mano como consiguió que Joe se casara con ella.


1 comentario:

Anónimo dijo...

A mí me hace mucha gracia porque llevo ya tres impulsos ficcionando una reseña literaria: De Martina A Martín. La verdad es que me viene al pelo lo que has colgado, me abres la veda. A ver qué día os lo cuelgo. Encima, capítulo II de Grandes Esperanzas. Por si la sincronía, fuera poco ;p
Lionel Tenoch