Yo me creo dios, porque me creo escritor. Soy más que dios, porque dios está limitado a las leyes de la física, y los cuentos no. En mis cuentos, las cosas se caen para arriba y siempre ligo. Mentira. Soy mucho más que dios, porque soy dios + Shakespeare + Cervantes + Montaigne + todos los que haya leído con suficiente curiosidad para que me ayuden a escribir.
Los cuentos son universos que creas a tu antojo. Todo puede pasar en el siguiente cuento. Napoleón puede tener una batalla final contra un Transformer y en otro El Quijote, Jesucristo y Cantinflas juegan a las cartas, y en otro Goya se fuma un porro conmigo y en otro una farola se enamora de un coche aparcado. Todo lo que es, fue y será tiene, tuvo y tendrá sentimientos. Y donde hay sentimientos, hay un cuento. Si no, se los inventamos. Es la ventaja de ser dioses.
Realmente, no somos dioses los escritores. Somos pellejos de carne con la suficiente memoria para ordenar unas cuantas palabras que tengan o no significado. Pero el escritor pasa por encima de política, religión, filosofía y cualquier cosa. Y se ríe desde arriba.
Como soy el dios de esta hoja en blanco, me da la gana de contaros una historia.
Alexander Pope era un dios. Un dios que medía un metro treinta y jorobado. Parecía más el dios que sale en South Park que el de la Biblia. Pero era dios porque tenía la hoja en blanco y ganas de poner los versos que le diera la gana. Y se hizo amigo de otro dios, Samuel Johnson, que era un dios de 120 kilos y con el síndrome de Tourette, y obsesivo compulsivo. Pero este dios tiene la mejor prosa del mundo porque le dio la gana de hablar lo que quisiera delante del papel en blanco. Ahora veo la facilidad con la que los griegos formaban un Olimpo. Sólo tenían que leer.
Perdonad si me creo más de lo que soy, pero es la tarea del que se cree escritor. Porque yo no soy escritor, soy vigilante, pero hasta al más bobo le gusta jugar a ser dios.
2 comentarios:
yo soy la diosa loca del olympo (prefiero los griegos a los cristianos), Lucas, aunque no me considero escritora, sino "contadora de historias", locuras y despropósitos. Los cuentos me vienen a buscar... se apoderan de mí y con ellos creo un Universo nuevo cada vez que los plasmo en el papel.
Somos mejores que dios, porque él creo uno solo y de poca monta, con los ñoños de Adan y Eva como personajes y la manzanita como punto de conflicto, ¿dónde va con eso?
Nosotros tenemos el privilegio que cada historia que contamos creamos un nuevo Mundo, así que ganamos a dios por "goleada": señor dios, 1; escritores, 30 o 40 y en aumento.
Bien por la reflexión. Acertada y escrita con gracia y coherencia, como es habitual en ti. Gracias Lucas por los escritos. Se agradecen.
:-) tere.sa
Te doy las gracias por tus palabras y no me esperaba que este ejercicio de estimulación le pudiera gustar a alguien, porque tienen el peligro de llegar a la masturbación.
Me gusta hacer estos ejercicios de vez en cuando para no decaer y me sirven de mucho para despertar al dios en el que nos tenemos que convertir cuando escribimos. El dios que no tiene ni reglas ni verguenza, el necesario para escribir.
Te lo agradezco muchisimo.
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