sábado, 16 de mayo de 2009

El Animal Que Me Ronda en la soledad de los campos de algodón

Este es un lugar de paz
soleado en verdes alunados
que aglutinan flores
recuerdos y ausencias
en esta persecución
revelador acontecimiento insospechado
lejos de pálpitos perversos
Escucha el eco de lo inexplicable:

Veo ese animal que me ronda

Juegas conmigo sin fascinación
murmura el aire silencioso
el paisaje lo asiste con signos brevísimos
dimensiona sus excelencias,
gradúa su humildad,
clasifica sus ojos
y da un giro para estar en mi camino

Mi mirada tenía que tropezar contigo

Desde lejos

Me pareció que me mirabas

Si te toco, me lo harás pagar

Otro misterio aguarda
Violento
crece y nos invade
Devora esa sensación de historia
que acompasa las respiraciones
como otra forma de caricias
Un asomo de lo inolvidable
en el trazo de paisaje
que nos atraviesa y nos recoge
da pie a imágenes vagas

No estoy aquí para satisfacer deseos
ni los pequeños, ni los fáciles
No es la apariencia de mí lo que te entrego
cuando vengo hasta tu intimidad
sino la noche en que te pierdes

Intenta herirme
la sangre será de los dos

Guarda su botín
ese animal que me ronda
insatisfecho
esta pequeña muerte
de doce segundos
que transcurre conmigo

1 comentario:

Profesora Letizia Torres Nasti dijo...

Como siempre superando los tópicos...
Un poema largo pero largamente intenso también...
Que sigan brotando de tu mente tan maravillosas metáforas...

un placer, Lionel